viernes, 20 de enero de 2012

Fragmentos de YO SOY ESO (III)

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Con esta tercera entrega, finaliza la recopilación de citas del libro YO SOY ESO, de Nisargadatta Maharaj.

Las citas continúan la numeración de los dos posts anteriores, por eso comenzamos con la 114. Quien quiera sondear los otros dos posts (el primero contiene algunos links donde conseguir el libro) tiene aquí los links:

Fragmentos de YO SOY ESO: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/fragmentos-de-yo-soy-eso.html

Fragmentos de YO SOY ESO (II): http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/fragmentos-de-yo-soy-eso-ii.html

Seguimos con las citas:

-114

Pregunta: ¿Experimenta usted los tres estados de vigilia, soñar y dormir, al igual que nosotros lo hacemos, o de una manera distinta?

Maharaj: Para mí los tres estados son dormir. Mi vigilia está más allá de ellos. Cuando los miro a ustedes, todos parecen dormidos, soñando sus propios mundos. Yo soy consciente, puesto que no imagino nada. No es samadhi, que no es sino otra forma del dormir. Es sólo un estado que no resulta afectado por la mente, libre del pasado y el futuro. En el caso de ustedes está distorsionado por el deseo y el miedo, por los recuerdos y las esperanzas; en el mío es como es: normal. Ser una persona es estar dormido.


Página 599 (Cap. 88)

-115

Pregunta: ¿Y el miedo?

Maharaj: El deseo es del pasado, el miedo es del futuro. El recuerdo del sufrimiento pasado y el miedo a su repetición, nos hace preocuparnos por el futuro.

Pregunta: También está el miedo a lo desconocido.

Maharaj: Quien nunca ha sufrido no tiene miedo.

Pregunta: ¿Estamos condenados al miedo?

Maharaj: Sólo hasta que podamos mirar al miedo y aceptarlo como la sombra de la existencia personal. Como personas estamos condenados a tener miedo. Abandone todas las ecuaciones personales y se liberará del miedo. No es difícil. La ausencia de deseo llega por sí misma cuando el deseo es reconocido como falso. No necesita luchar contra el deseo. A fin de cuentas, es una urgencia de felicidad, lo cual es natural mientras haya aflicción. Sólo tiene que ver que, en lo que usted desea, no hay felicidad alguna.

Pregunta: Buscamos el placer.

Maharaj: Todo placer está envuelto en dolor. Pronto descubrirá que no puede tener uno sin el otro.


Páginas 600 y 601 (Cap. 88)

-116

Maharaj: La liberación no es el resultado de algunos medios hábilmente aplicados, ni tampoco de las circunstancias. Está más allá del proceso causal. Nada puede impulsarla y nada puede impedirla.

Pregunta: Entonces, ¿por qué no somos libres aquí y ahora?

Maharaj: Somos libres «aquí y ahora». Pero la mente imagina el cautiverio.

Pregunta: ¿Qué pondrá fin a esa imaginación?

Maharaj: ¿Por qué querría acabar con ella? Una vez que conoce la mente y sus poderes milagrosos, y elimina lo que la había envenenado —la idea de ser una persona separada y aislada—, usted la deja en paz para que haga su trabajo con las cosas para las que está bien dotada. Mantener la mente en su propio lugar y en su propio trabajo, es liberarla.

Pregunta: ¿Cuál es el trabajo de la mente?

Maharaj: La mente es la esposa del corazón y el mundo es su hogar, el cual hay que mantener limpio y feliz.

Pregunta: Si nada se interpone en el camino de la liberación, no comprendo por qué no ocurre aquí y ahora.

Maharaj: Nada se interpone en el camino de su liberación y puede ocurrir aquí y ahora, el problema es que usted está más interesado en otras cosas. Y no puede luchar contra sus intereses. Debe seguirlos, ver a través de ellos y descubrir que son meros errores de juicio y de apreciación.


Páginas 602 y 603 (Cap. 88)

-117

Maharaj: No intente conocer la verdad, puesto que el conocimiento con la mente no es conocimiento verdadero. Pero puede usted conocer lo que no es verdadero, y eso es suficiente para liberarle de lo falso. La idea de que conoce lo verdadero es peligrosa, puesto que lo mantiene prisionero en la mente. Cuando usted no conoce es cuando está libre para investigar. Y sin investigación no puede haber salvación, porque la no-investigación es la causa principal de la esclavitud.

Pregunta: Usted dice que la ilusión del mundo comienza con el sentido «yo soy», pero cuando pregunto sobre el origen del «yo soy», me responde que no tiene origen, puesto que al investigarlo se disuelve. Algo que es suficientemente sólido como para construir el mundo, no puede ser una mera ilusión. El «yo soy» es el único factor inmutable del que soy consciente, ¿cómo puede ser falso?

Maharaj: Lo falso no es el «yo soy», sino lo que usted cree ser. Puedo ver, sin la menor sombra de duda, que usted no es lo que cree ser. Con lógica o sin ella, no puede negar lo evidente. Usted no es nada de lo que pueda ser consciente. Dedíquese a desmontar la estructura que ha construido en su mente. Lo que la mente ha hecho, la mente debe deshacerlo.

(...)

Pregunta: Veo que la gente realizada suele describir su estado con términos tomados de su religión. Sucede que usted es hindú, de modo que habla de Brahma, Vishnu y Shiva y utiliza las descripciones y la imaginería hindúes. Tenga la bondad de decirnos, ¿qué experiencia se oculta tras sus palabras? ¿A qué realidad se refieren?

Maharaj: Es mi modo de hablar, el lenguaje que me enseñaron a usar.

Pregunta: Pero, ¿qué hay tras ese lenguaje?

Maharaj: ¿Cómo puedo expresarlo con palabras como no sea negándolas? Por eso utilizo expresiones como intemporal, sin espacio, sin causa, etc. También son palabras, pero al estar vacías de significado, sirven a mi propósito.

Pregunta: Si carecen de significado, ¿por qué utilizarlas?

Maharaj: Porque usted quiere palabras donde las palabras no se pueden aplicar.

Pregunta: Entiendo. ¡Otra vez, me ha robado mi pregunta!


Páginas 604 y 605 (Cap. 88)

-118

Pregunta: ¿Qué le decidió a convertirse en maestro?

Maharaj: Me convertí en maestro cuando empezaron a llamarme maestro. ¿Quién soy yo para enseñar y a quién? Lo que yo soy lo es usted, y lo que usted es, lo soy yo. El «yo soy» es común a todos nosotros; más allá del «yo soy» está la inmensidad de la luz y el amor. No lo vemos porque miramos a otra parte, yo sólo puedo señalar al cielo; ver la estrella es cosa suya. Algunos tardan más tiempo en ver la estrella, otros menos, depende de la claridad de la visión y de la seriedad de la búsqueda. Estas dos cosas deben tenerlas ellos, yo sólo puedo animarlos.

Pregunta: ¿Qué se espera que haga yo si me convierto en discípula?

Maharaj: Cada maestro tiene su propio método, por lo general sigue el patrón de las enseñanzas de su Gurú y el modo en que él mismo se realizó, así como su propia terminología. Dentro de ese patrón, se hacen ajustes según la personalidad del discípulo. Al discípulo se le da plena libertad de pensamiento e investigación, y es animado a cuestionar hasta que quede satisfecho. El discípulo debe estar absolutamente seguro de la competencia de su Gurú, de otro modo su fe no será absoluta ni su acción completa. Lo absoluto que hay en usted es lo que la lleva a lo absoluto que está más allá de usted; la verdad absoluta, el amor y el desinterés, son factores decisivos en la autorrealización. Todos ellos pueden lograrse mediante la seriedad.

Pregunta: Tengo entendido que para convertirse en discípulo uno debe abandonar a su familia y sus posesiones.

Maharaj: Varía según el Gurú. Algunos esperan que sus discípulos maduros se conviertan en ascetas y se recluyan, otros recomiendan la vida y los deberes familiares. La mayoría de ellos consideran que la vida en familia es más difícil que la renunciación, la consideran adecuada para una personalidad más madura y mejor equilibrada. En las primeras etapas la disciplina de la vida monástica puede ser aconsejable. Por eso, en la cultura hindú se espera que los estudiantes hasta los 25 años vivan como monjes, en pobreza, castidad y obediencia, a fin de que tengan la oportunidad de construir un carácter capaz de enfrentarse a las penalidades y las tentaciones de la vida matrimonial.

Pregunta: ¿Quiénes son las personas que se encuentran en esta habitación? ¿Son discípulos suyos?

Maharaj: Pregúnteles a ellos. No es en el nivel verbal donde uno se convierte en discípulo, sino en las profundidades silenciosas del propio ser. Uno no se convierte en discípulo por elección, es más cuestión del destino que de voluntad propia. No importa mucho quién sea el maestro, todos los maestros quieren el bien de usted. Lo que importa es el discípulo, su sinceridad y su seriedad. El discípulo serio siempre encontrará al maestro adecuado.

Pregunta: Puedo ver la belleza y sentir la bienaventuranza de una vida dedicada a buscar la verdad bajo las instrucciones de un maestro competente y amoroso. Desgraciadamente, nosotras debemos regresar a Inglaterra.

Maharaj: La distancia no importa. Si sus deseos son fuertes y verdaderos, moldearán su vida hasta cumplirse. Siembre su semilla y deje el resto a las estaciones.

Pregunta: ¿Cuáles son las señales del progreso en la vida espiritual?

Maharaj: Estar libre de toda ansiedad; un sentido de alivio y alegría; una profunda paz interior y una abundante energía externa.

Pregunta: ¿Cómo lo consiguió usted?

Maharaj: Lo encontré todo en la santa presencia de mi Gurú, yo no hice nada por mí mismo. Él me dijo que me mantuviera tranquilo, y yo lo hice, tanto como pude.

Pregunta: ¿Es la presencia de usted tan poderosa como la de él?

Maharaj: ¿Cómo voy a saberlo? Para mí, él es la única presencia. Si está usted conmigo, está usted con él.


Páginas 609 y 610 (Cap. 89)

-119

Pregunta: ¿Es el placer siempre malo?

Maharaj: El buen estado y el uso correcto del cuerpo y de la mente es algo muy agradable. Lo que está mal es buscar el placer. No trate de llegar a ser feliz, más bien cuestione la propia búsqueda de la felicidad. Usted quiere ser feliz debido a que no es feliz; averigüe por qué es desgraciada. Al no ser feliz, busca la felicidad en el placer; el placer trae dolor y por lo tanto usted lo denomina mundano; entonces ansía algún otro tipo de placer, sin dolor, al cual denomina divino. En realidad, el placer es una tregua del dolor. La felicidad es tanto mundana como no-mundana y está en todo lo que sucede y más allá de cuanto sucede. No haga distinción, no separe lo inseparable y no se aliene a sí misma de la vida.


Páginas 618 y 619 (Cap. 90)

-120

Pregunta: A un amigo mío, un joven de unos veinticinco años, le han diagnosticado una enfermedad cardiaca incurable. Me ha escrito diciendo que en lugar de una muerte lenta prefiere el suicidio. Yo le he respondido que una enfermedad incurable para la medicina occidental, quizás pueda curarse por otros medios. Hay poderes yóguicos que pueden producir cambios casi instantáneos en el cuerpo humano. Los efectos del ayuno repetido también rozan lo milagroso. Le he dicho que no tenga prisa en morir; que pruebe otras opciones. Hay un yogui que vive cerca de Bombay, que posee algunos poderes milagrosos. Se ha especializado en el control de las fuerzas vitales que gobiernan el cuerpo. Conocí a algunos de sus discípulos y a través de ellos le he enviado al yogui una carta y la foto de mi amigo. A ver qué sucede.

Maharaj: Sí, con frecuencia ocurren milagros. Pero debe haber deseo de vivir. Sin ello, el milagro no sucederá.

Pregunta: ¿Puede ser infundido el deseo?

Maharaj: Los deseos superficiales, sí. Pero se consumirán. Básicamente, nadie puede obligar a otro a vivir. Además, ha habido culturas en las que el suicidio ha tenido su reconocimiento y su lugar respetado.

Pregunta: ¿No es obligatorio vivir hasta el final de la duración natural de nuestra vida?

Maharaj: De una forma natural, espontánea y fácil, sí. Pero la enfermedad y el sufrimiento no son naturales. Hay una noble virtud en soportar inamoviblemente cualquier cosa que nos llegue, pero también hay dignidad en rechazar la tortura y la humillación sin sentido.

Pregunta: Me dieron un libro escrito por un siddha. En él describe sus extrañas e incluso asombrosas experiencias. Según él, el camino del discípulo siddha termina con el encuentro del Gurú y la entrega a éste del cuerpo, la mente y el corazón. A partir de ahí el Gurú toma las riendas y se hace responsable incluso del mínimo acontecimiento de la vida del discípulo, hasta que los dos se convierten en uno. Podríamos llamarlo realización a través de la identificación. El discípulo es poseído por un poder, que no puede controlar ni resistir, y ante él se siente tan desamparado como una hoja en medio de la tormenta. Lo único que lo mantiene a salvo de la locura y la muerte es su fe en el amor y el poder de su Gurú.

Maharaj: Cada maestro enseña según su propia experiencia. La experiencia es modelada por la creencia, y la creencia es modelada por la experiencia. Incluso el Gurú es modelado por el discípulo a su propia imagen. Es el discípulo quien hace grande al Gurú. Cuando se ve al Gurú como el agente de un poder liberador, que trabaja desde dentro y desde fuera, la completa entrega de sí se vuelve natural y fácil. Al igual que un hombre tullido por el dolor se pone totalmente en manos del cirujano, el discípulo se entrega sin reservas a su Gurú. Es muy natural buscar ayuda cuando la necesidad se siente con agudeza. Por muy poderoso que sea el Gurú, no impondrá su voluntad al discípulo. Un discípulo que desconfía o duda, está condenado a permanecer incompleto, sin culpa alguna por parte del Gurú.

Pregunta: ¿Qué ocurre entonces?

Maharaj: Cuando todo lo demás falla, la vida misma nos enseña. Pero las lecciones de la vida tardan mucho en llegar. Con la confianza y la obediencia se ahorra uno mucho tiempo y muchos problemas. Pero esto sólo ocurre cuando la indiferencia y la quietud ceden su lugar a la claridad y la paz. Un hombre que se tiene a sí mismo en baja estima, no será capaz de confiar en sí mismo ni en nadie más. Por lo tanto, al principio el maestro hace todo lo posible por reafirmar al discípulo con respecto a su elevado origen, su noble naturaleza y su glorioso destino. Le relata tanto las experiencias de algunos santos como las suyas propias, imbuyéndole confianza en sí mismo y en sus infinitas posibilidades. Cuando se unen la seguridad en uno mismo y la confianza en el maestro, pueden ocurrir cambios rápidos y de largo alcance en el carácter y en la vida del discípulo.

Pregunta: Tal vez yo no quiera cambiar. Mi vida es bastante buena tal como es.

Maharaj: Usted dice eso porque no ha visto lo dolorosa que es su vida. Es como un niño que está durmiendo con el chupete en la boca. Puede que se sienta feliz durante un momento por estar totalmente centrado en sí mismo, pero basta echar un vistazo a los rostros humanos para percibir la universalidad del sufrimiento. Incluso la felicidad de usted es muy vulnerable y breve, a merced de una bancarrota o de una úlcera de estómago. Es sólo un momento de respiro, un resquicio entre dos penas. La auténtica felicidad no es vulnerable, porque no depende de las circunstancias.

Pregunta: ¿Habla usted por experiencia propia? ¿Es usted también desgraciado?

Maharaj: Yo no tengo problemas personales. Pero el mundo está lleno de seres vivos cuyas vidas se debaten entre la ansiedad y el miedo. Son como los cabritos y los corderos que llevan al matadero, brincando y retozando felices y despreocupados; sin embargo, después de una hora estarán muertos y despellejados. Usted dice que es feliz. ¿Es realmente feliz o sólo está tratando de convencerse a sí mismo? Mírese con valentía y se dará cuenta inmediatamente de que su felicidad depende de las circunstancias, de ahí que sea momentánea, no real. La auténtica felicidad fluye desde dentro.

Pregunta: ¿De qué me sirve a mí su felicidad? No me hace feliz.

Maharaj: Puede usted tenerla toda y más, con sólo pedirla. Pero no la pide.

Pregunta: ¿Por qué dice eso? Yo sí pido ser feliz.

Maharaj: Usted está muy satisfecho con los placeres. No hay lugar para la felicidad. Vacíe su taza y límpiela. De otra forma no podrá llenarse. Los otros pueden darle placer, pero nunca felicidad.

Pregunta: Una cadena de hechos placenteros no está nada mal.

Maharaj: Pronto acaba en dolor, si no termina en desastre. ¿Qué es el yoga al fin y al cabo, sino buscar felicidad duradera dentro de uno mismo?

Pregunta: Usted puede hablar sólo de Oriente. En Occidente las condiciones son diferentes y lo que usted dice no se puede aplicar.

Maharaj: Para la aflicción y el miedo no hay Oriente ni Occidente. El problema es universal: el sufrimiento y el cese del sufrimiento. La causa del sufrimiento es la dependencia y el remedio es la independencia. El yoga es la ciencia y el arte de la autoliberación a través de la autocomprensión.

(...)

Pregunta: A mí todo este buscar y rumiar me parece de lo más innatural.

Maharaj: La naturalidad de usted es la de un tullido de nacimiento. Puede que no sea consciente de ella, pero eso no la convierte en natural. Usted no sabe qué significa ser natural o normal, y tampoco sabe que no lo sabe. En el momento presente usted está a la deriva y por lo tanto en peligro, al ser arrastrado por la corriente puede sucederle cualquier cosa en cualquier momento. Sería mejor despertarse y ver su situación. Que usted es, ya lo sabe. Qué es usted, no lo sabe. Averigüe qué es usted.

Pregunta: ¿Por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?

Maharaj: El egoísmo es la causa del sufrimiento. No hay otra causa.

Pregunta: Tenía entendido que el sufrimiento es inherente a las limitaciones.

Maharaj: Las diferencias y las distinciones no son las causas de la aflicción. La unidad en la diversidad es natural y buena. Sólo con la separación y la búsqueda del interés propio, aparece en el mundo el verdadero sufrimiento.


Páginas 623 a 627 (Cap. 91)

-121

Pregunta: Desde el inicio de mi vida me persigue la sensación de estar incompleto. De la escuela a la universidad, del trabajo al matrimonio, de éste a la abundancia, yo imaginaba que lo siguiente me traería la paz, pero nunca ha habido paz. Esa sensación de estar incompleto crece a medida que pasan los años.

Maharaj: Mientras que exista el cuerpo y el sentido de identidad con el cuerpo, la frustración será inevitable. Sólo cuando usted se conozca a sí mismo como algo enteramente ajeno y distinto del cuerpo, encontrará un alivio de la mezcla de ansiedad y miedo que es inseparable de la idea «yo-soy-el-cuerpo». El simple hecho de apaciguar los miedos y satisfacer los deseos no eliminará esa sensación de vacío de la que trata de escapar; sólo el autoconocimiento puede ayudarle. Al decir autoconocimiento quiero decir conocimiento completo de lo que usted no es. Tal conocimiento es alcanzable y definitivo, pero para el descubrimiento de lo que usted es, no puede haber final. Cuanto más descubre, más queda por descubrir.

Pregunta: Para eso deberíamos tener padres y escuelas diferentes, vivir en una sociedad diferente.

Maharaj: Usted no puede cambiar sus circunstancias, pero sus actitudes sí puede cambiarlas. No debe estar apegado a las cosas que no son esenciales. Sólo lo necesario es bueno. Sólo hay paz en lo esencial.

Pregunta: Es la verdad lo que busco, no la paz.

Maharaj: No podrá ver la verdad a menos que esté en paz. Una mente en calma es esencial para percibir correctamente, lo que a su vez es necesario para la autorrealización.


Páginas 635 y 636 (Cap. 93)

-122

Pregunta: Únicamente nos amamos a nosotros mismos.

Maharaj: ¡Si fuera así, sería espléndido! Ámese a sí mismo sabiamente y llegará a la cima de la perfección. Todo el mundo ama su cuerpo, pero pocos aman a su ser real.

Pregunta: ¿Necesita mi amor mi ser real?

Maharaj: Su ser real es el amor mismo y los muchos amores de usted son reflejos suyos, según la situación del momento.

Pregunta: Somos egoístas, sólo conocemos el amor propio.

Maharaj: Para empezar no está nada mal. Quiera su propio bien por todos los medios posibles. Piénselo, sienta profundamente lo que realmente es bueno para usted y esfuércese seriamente por conseguirlo. Muy pronto hallará que lo real es su único bien.

(...)

Maharaj: Las circunstancias gobiernan al ignorante. Nada obliga al conocedor de la realidad. La única ley que obedece es la del amor.


Páginas 638 y 639 (Cap. 93)

-123

Pregunta: Usted sigue diciendo que yo nunca nací y que nunca moriré. Si es así, ¿Por qué veo el mundo como un mundo que ha nacido y que sin duda morirá?

Maharaj: Usted lo cree porque nunca ha cuestionado la creencia de que usted es el cuerpo, que por supuesto ha nacido y morirá. Mientras está vivo, el cuerpo atrae la atención y fascina de manera tan completa, que uno raramente percibe su verdadera naturaleza. Es como ver la superficie del océano y olvidar por completo la inmensidad que hay debajo. El mundo es sólo la superficie de la mente, y la mente es infinita. Lo que llamamos pensamientos no son sino ondulaciones en la mente. Cuando la mente está quieta, refleja la realidad. Cuando está completamente inmóvil, se disuelve, y sólo queda la realidad. Esta realidad es mucho más concreta, más real y más tangible que la mente y la materia. Comparado con ella, incluso el diamante es tan blando como la mantequilla. Esta abrumadora realidad hace que el mundo sea como un sueño, nebuloso e irrelevante.

Pregunta: ¿Cómo puede considerar irrelevante a un mundo con tanto sufrimiento? ¡Qué dureza!

Maharaj: Usted es el duro, no yo. Si su mundo está tan lleno de sufrimiento, haga algo al respecto, no añada más con la codicia o la indolencia. Yo no estoy limitado por su mundo de ensueño. En mi mundo no se siembran las semillas del sufrimiento, del deseo y el miedo, y el sufrimiento no crece. Mi mundo está libre de opuestos, de discrepancias mutuamente destructivas; en mi mundo prevalece la armonía; su paz es como una roca; esa paz y ese silencio son mi cuerpo.

Pregunta: Lo que usted dice me recuerda el Dharmakaya de Buddha.

Maharaj: Puede ser. Pero no necesitamos ir a buscar terminologías. Simplemente vea a la persona que usted imagina ser como una parte del mundo que percibe dentro de su mente y mire la mente desde fuera, puesto que usted no es la mente. Al fin y al cabo, su único problema es la ansiosa autoidentificación con cualquier cosa que percibe. Abandone ese hábito, recuerde que usted no es lo que percibe, utilice su poder de distanciamiento alerta. Véase a sí mismo en todo cuanto vive y su comportamiento expresará esa visión. Cuando se dé cuenta de que no hay nada en este mundo que pueda llamar suyo, mirará el mundo desde fuera como mira una obra que se desarrolla en un escenario o una película en una pantalla, admirándola y disfrutándola, pero en realidad impasible. Mientras usted se imagine que es algo tangible y sólido, que es una cosa entre otras cosas, que existe en el tiempo y en el espacio, que es vulnerable y breve, estará naturalmente ansioso por sobrevivir y por crecer. Pero cuando se conozca a sí mismo como más allá del tiempo y del espacio, (en contacto con ellos sólo en el punto del aquí y ahora, pero siendo todo-penetrante, todo-abarcante, inaccesible, inalcanzable e invulnerable), entonces ya no tendrá miedo. Conózcase a sí mismo tal como es. Contra el miedo, no hay otro remedio.

Tiene usted que aprender a pensar y a sentir de este modo, o de lo contrario permanecerá indefinidamente en el nivel personal del deseo y el miedo, de la ganancia y la pérdida, del crecimiento y el deterioro. Un problema personal no puede resolverse en su propio nivel. El propio deseo de vivir es el mensajero de la muerte, al igual que el anhelo de ser feliz está llamando a la aflicción. El mundo es un océano de dolor y miedo, de ansiedad y desesperación. Los placeres son como los peces, pocos y escurridizos, llegan raramente y desaparecen muy rápido. El hombre de poca inteligencia cree, contra toda evidencia, que él es una excepción y que el mundo le debe felicidad. Pero el mundo no puede dar lo que no tiene; irreal hasta la médula, de nada sirve en lo que respecta a lograr la auténtica felicidad. No puede ser de otro modo. Buscamos lo real porque nos sentimos infelices con lo irreal. La felicidad es nuestra naturaleza real y nunca descansaremos hasta encontrarla. Pero raramente sabemos dónde buscarla. Una vez que comprenda que el mundo no es sino una visión errónea de la realidad, y que no es lo que parece ser, usted quedará libre de sus obsesiones. Sólo lo compatible con su ser real puede hacerle feliz, y el mundo, tal como usted lo percibe, es totalmente lo contrario.

Manténgase muy tranquilo y observe lo que llegue a la superficie de la mente. Rechace lo conocido, dé la bienvenida a lo hasta ahora desconocido y a su debido tiempo rechácelo también. De este modo llega usted a un estado en el que no hay conocimiento, sólo hay ser, y el propio ser es conocimiento. Conocer por el ser es conocimiento directo. Está basado en la identidad del que ve y lo visto. El conocimiento indirecto está basado en la sensación y la memoria, en la proximidad entre el que percibe y lo que percibe, limitado al contraste entre los dos. Lo mismo sucede con la felicidad. Generalmente usted debe estar triste para conocer la alegría, y alegre para conocer la tristeza. La verdadera felicidad es incausada y no puede desaparecer por falta de estímulo. No es lo opuesto de la aflicción, e incluye toda aflicción y todo sufrimiento.

Pregunta: ¿Cómo puede uno permanecer feliz entre tanto sufrimiento?

Maharaj: No puede evitarlo, la felicidad interior es abrumadoramente real. Al igual que el sol en el cielo, sus expresiones pueden estar nubladas, pero ella nunca está ausente.

Pregunta: Cuando tenemos problemas, por fuerza somos desgraciados.

Maharaj: El único problema es el miedo. Sepa que usted es independiente y se liberará del miedo y de sus sombras.

Pregunta: ¿Qué diferencia hay entre el placer y la felicidad?

Maharaj: El placer depende de las cosas, la felicidad no.


Páginas 641 a 643 (Cap. 94)

-124

Pregunta: ¿Cuál es la relación entre la realidad y sus expresiones?

Maharaj: Ninguna. En la realidad todo es real e idéntico. Como decimos nosotros, saguna (lo manifestado) y nirguna (lo inmanifestado; sin atributos) son una en Parabrahman (la Realidad Suprema). Sólo existe lo Supremo. En movimiento, es saguna. Inmóvil, es nirguna. Pero sólo es la mente la que se mueve o no se mueve. Lo real está más allá, usted está más allá. Cuando comprende que usted no es nada que pueda ser percibido o concebido, queda libre de sus imaginaciones. Ver todo como imaginación nacida del deseo, es algo imprescindible para alcanzar la autorrealización. Lo real se nos escapa por falta de atención, y creamos lo irreal por exceso de imaginación. Debe usted poner su corazón en estas cosas y rumiarlas repetidamente. Es como cocinar la comida. Debe mantenerla en el fuego durante algún tiempo antes de que esté lista.

Pregunta: ¿No estoy supeditado al destino, a mi karma? ¿Qué puedo hacer contra ello? Lo que soy y lo que hago está predeterminado. Incluso mi supuesto «libre albedrío» está predeterminado, sólo que no soy consciente de ello e imagino que soy libre.

Maharaj: Otra vez, todo depende de cómo lo mire. La ignorancia es como una fiebre pues le hace ver cosas que no existen. El karma es el tratamiento que la Divinidad le ha prescrito. Déle la bienvenida y siga las instrucciones al pie de la letra y se curará. El paciente dejará el hospital tras recuperarse. Insistir en la libertad inmediata de elección y acción, simplemente retrasará la recuperación. Acepte su destino y cúmplalo, es el camino más corto para liberarse del destino, aunque no del amor y sus impulsos. Actuar desde el deseo y el miedo es cautiverio, actuar desde el amor es libertad.


Página 646 (Cap. 94)

-125

Pregunta: Según sus propias palabras, usted, por la gracia de su Gurú, cambió radicalmente hace unos cuarenta años. Sin embargo, el mundo sigue siendo como era antes.

Maharaj: Mi mundo ha cambiado totalmente. El suyo sigue siendo el mismo, puesto que usted no ha cambiado.

Pregunta: ¿Cómo es que el cambio de usted no me ha afectado?

Maharaj: Porque no había comunión entre nosotros. No se considere a sí mismo separado de mí y compartiremos ya el estado común.

(...)

Pregunta: Lo que busco no es la gloria, sino la realidad.

Maharaj: Para eso necesita una vida bien ordenada y tranquila, paz mental y una gran seriedad. En todo momento, lo que le llega sin pedirlo, viene de Dios y sin duda le ayudará si lo utiliza al máximo. Sólo aquello por lo que se esfuerza, nacido de la imaginación y del deseo, le causa problemas.

Pregunta: ¿Es el destino lo mismo que la gracia?

Maharaj: Absolutamente. Acepte la vida como venga y hallará que ésta es una bendición.

(...)

Maharaj: Observe el contenido de su mente. Usted es lo que piensa. ¿No está la mayor parte del tiempo ocupado con su personita y sus necesidades diarias? El valor de la meditación frecuente es apartarlo de la monotonía de la rutina diaria y recordarle que usted no es lo que cree ser. Pero incluso recordarlo no es suficiente, la acción debe seguir a la convicción. No sea como el hombre rico que ha hecho un detallado testamento, pero se niega a morir.


Páginas 648 y 649 (Cap. 95)

-126

Maharaj: Manténgase tranquilo, permanezca en calma, y la sabiduría y el poder llegarán por sí solos. No necesita ansiarlo. Espere en el silencio del corazón y la mente. Es muy fácil estar tranquilo, pero es raro quererlo. Ustedes quieren convertirse en superhombres de la noche a la mañana. Permanezcan sin ambición, sin el mínimo deseo, expuestos, vulnerables, desprotegidos, inseguros y solos, completamente abiertos a la vida y dándole la bienvenida tal como venga, sin la convicción egoísta de que todo debe proporcionarles placer o beneficio, ya sea material o supuestamente espiritual.

Pregunta: Capto lo que usted dice, sólo que no veo cómo se hace.

Maharaj: Si supiera cómo se hace, no lo haría. Abandone todo intento, sólo sea; no se esfuerce, no luche, abandone todo apoyo, aférrese al ciego sentido de ser, barra todo lo demás. Eso basta.

Pregunta: ¿Cómo se hace ese barrido? Cuanto más barro, más cosas salen a la superficie.

Maharaj: Niégueles su atención, deje que las cosas vengan y se vayan. Los deseos y los pensamientos también son cosas. No les haga caso. Desde tiempo inmemorial el polvo de los hechos ha estado cubriendo al limpio espejo de su mente de tal manera que usted sólo podía ver recuerdos. Quite el polvo antes de que tenga tiempo de posarse, eso expondrá las viejas capas hasta que finalmente quede al descubierto la verdadera naturaleza de su mente. Todo es muy sencillo y comparativamente fácil; sea serio y paciente, eso es todo. El desapasionamiento, el desapego, la ausencia de deseo y de miedo, de todo interés propio, la mera consciencia-en-sí libre de recuerdos y expectativas: ese es el estado mental en el que puede tener lugar el descubrimiento. Al fin y al cabo, la liberación no es sino la libertad de descubrir.


Página 652 (Cap. 95)

En la cita anterior, el proceso de "barrido del polvo", de "limpiar el espejo de la mente", que en la terminología hindú se dice que se lleva a cabo mediante el discernimiento y el desapego, es un proceso similar al que Un curso de milagros describe en sus propios términos como un proceso de perdón (un perdón que se ha de explicar puesto que nada tiene que ver con el perdón clásico mundanal, sino que incluye el reconocimiento de que el mundo es irreal, y el entregar todo lo problemático —discernido como irreal— a la Luz ). Los interesados en sondear este enfoque pueden echar un vistazo al post que escribí con el título de «Síntesis del Perdón», el cual es un simple acercamiento al tema que puede animar a alguien a sondear los textos donde este proceso se aclara detalladamente, como son La Desaparición del Universo (de Gary Renard) y Un Curso de Milagros.

-127

Pregunta: ¿Hay algún peligro en seguir el sendero del yoga a toda costa?

Maharaj: ¿Es peligrosa una cerilla cuando toda la casa está ardiendo? La búsqueda de la realidad es la más peligrosa de todas las empresas, puesto que destruirá el mundo en el que usted vive. Pero si su motivo es el amor a la verdad y la vida, no debe tener miedo.

Pregunta: Tengo miedo de mi propia mente. ¡Es tan inestable!

Maharaj: En el espejo de su mente aparecen imágenes y se borran, pero el espejo permanece. Aprenda a distinguir lo inamovible en lo movible, lo inmutable en lo cambiante, hasta que vea que todas las diferencias son sólo aparentes y que la unidad es un hecho. Esta identidad básica, puede llamarla Dios o Brahman o la matriz (Prakriti), la palabra importa poco, lo que importa es la comprensión de que todo es uno. Una vez que usted pueda decir con una confianza nacida de la experiencia directa: «yo soy el mundo, el mundo soy yo», por un lado se liberará del deseo y del miedo y por el otro se volverá totalmente responsable del mundo. Los pesares sin sentido de la humanidad se convierten en el único interés de usted.

Pregunta: ¿De modo que incluso un gnani tiene sus problemas?

Maharaj: Sí, pero ya no son de su propia creación. Su sufrimiento ya no está envenenado por el sentimiento de culpabilidad. No hay nada malo en sufrir por los pecados de los demás. Su cristianismo está basado en esto.

Pregunta: ¿No es autocreado todo el sufrimiento?

Maharaj: Sí, mientras haya un ser separado para crearlo. Al final usted sabe que no hay pecado, ni culpa, ni aflicción, ni retribución, sólo la vida en sus interminables transformaciones. Cuando el «yo» personal se disuelve, desaparece el sufrimiento personal. Lo que queda es la gran tristeza de la compasión, el horror del dolor innecesario.


Página 654 (Cap. 96)

-128

Maharaj: El discernimiento y el desapasionamiento (desapego) practicados ahora darán sus frutos en el momento oportuno. (...)

Pregunta: ¿Sirven de algo la austeridad y la penitencia?

Maharaj: ¡Enfrentarse a todas las vicisitudes de la vida ya es bastante penitencia! No tiene que inventarse problemas. Enfrentarse alegremente a todo cuanto la vida le traiga, es toda la austeridad que necesita.

Pregunta: ¿Qué me dice del sacrificio?

Maharaj: Comparta con voluntad y alegría todo cuanto tiene con quienquiera que lo necesite; no invente crueldades autoinfligidas.

Pregunta: ¿Qué es la entrega de sí?

Maharaj: Aceptar lo que llega.

(...)

Pregunta: ¿Será de algún beneficio la completa soledad?

Maharaj: Depende de su temperamento. Puede usted trabajar con otros y para otros, estando despierto y con una actitud amistosa, y crecer más plenamente que en soledad, la cual puede volverlo perezoso o dejarlo a merced de la interminable charla de su mente. No imagine que puede cambiar mediante el esfuerzo. La violencia, incluso vuelta contra usted mismo, como en la austeridad y la penitencia, no le dará fruto alguno.


Páginas 656 y 657 (Cap. 96)

-129

Pregunta: ¿Quién ha de realizar el abandono?

Maharaj: Dios lo hará. Simplemente contemple la necesidad de ese abandono. No resista, no se aferre a la persona que cree ser. Al imaginarse que es usted una persona, toma al gnani también por una persona, aunque diferente de algún modo, mejor informada y más poderosa. Usted puede decir que él es eternamente consciente y feliz, pero eso está lejos de expresar toda la verdad. No confíe en las definiciones ni en las descripciones, son burdamente engañosas.

Pregunta: Si no me dicen lo que debo hacer y cómo hacerlo, me siento perdido.

Maharaj: ¡Siéntase perdido! Mientras se sienta competente y seguro, la realidad estará más allá de su alcance. A no ser que acepte la aventura interior como un modo de vida, el descubrimiento no llegará a usted.

Pregunta: ¿Descubrimiento de qué?

Maharaj: Del centro de su ser, el cual está libre de toda dirección, de todos los medios y fines.

Pregunta: ¿Ser todo, conocerlo todo, tenerlo todo?

Maharaj: No ser nada, no conocer nada, no tener nada. Esta es la única vida que vale la pena vivir, la única felicidad que vale la pena tener.

Pregunta: Puedo admitir que la meta está más allá de mi comprensión. Pero al menos enséñeme el camino.

Maharaj: Debe usted encontrar su propio camino. Salvo que usted lo encuentre, no será su propio camino y no lo llevará a ninguna parte. Viva su verdad tal como la ha encontrado con toda seriedad, actúe en base a lo poco que haya comprendido. La seriedad es la que lo llevará más allá, no el talento, ya sea suyo o de otros.

Pregunta: Tengo miedo de los errores. He intentado tantas cosas.

Maharaj: Usted dio demasiado poco de sí mismo, fue simplemente un curioso, sin seriedad.

Pregunta: No sé hacerlo mejor.

Maharaj: Por lo menos ya lo sabe. Sabiendo que son superficiales, no dé valor a sus experiencias, olvídelas tan pronto como acaben. Viva una vida limpia, sin egoísmo, eso es todo.

Pregunta: ¿Es tan importante la moralidad?

Maharaj: El no engañar, el no herir, ¿no es importante? Por encima de todo usted necesita paz interior, lo cual exige armonía entre lo interno y lo externo. Haga aquello en lo que crea y crea en aquello que hace. Todo lo demás es una pérdida de tiempo y de energía.


Páginas 657 a 659 (Cap. 96)

-130

Maharaj: El círculo de satsang, «la compañía de los santos», se expande en número a medida que pasa el tiempo.

Página 662 (Cap. 97)

-131

Maharaj: Todo espacio y todo tiempo están en la mente. ¿Dónde localizaría usted un mundo supramental? La mente posee muchos niveles y cada uno proyecta su propia versión; sin embargo, todos están en la mente y todos son creados por ella.

Pregunta: ¿Cuál es su actitud ante el pecado? ¿Cómo considera usted al pecador, alguien que transgrede la ley, interna o externa? ¿Quiere que él cambie o sólo le compadece? ¿O es usted indiferente a él a causa de sus pecados?

Maharaj: No sé nada de ningún pecado, ni de ningún pecador. Las distinciones y las evaluaciones de usted no me afectan. Todo el mundo se comporta según su naturaleza. No se puede hacer nada al respecto, ni hay que lamentarse por ello.

Pregunta: Pero otros sufren.

Maharaj: La vida vive de la vida. En la naturaleza el proceso es por impulso, en la sociedad debería ser voluntario. Sin sacrificio no puede haber vida. El pecador se niega a sacrificarse e invita a la muerte. Esto es como es, y no hay razón para condenar ni para tener piedad.

Pregunta: Sin duda, al menos siente usted compasión cuando ve a un hombre hundido en el pecado.

Maharaj: Sí, siento que yo soy ese hombre y que sus pecados son mis pecados.

Pregunta: Correcto, ¿y luego qué?

Maharaj: Al hacerme uno con él, él se hace uno conmigo. No es un proceso consciente, ocurre por sí mismo. Ninguno de nosotros puede evitarlo. Lo que debe cambiar, cambiará de todos modos. Con conocerse a uno mismo tal como es, aquí y ahora, es suficiente. La investigación intensa y metódica de la propia mente es el Yoga.

Pregunta: ¿Y las cadenas del destino forjadas por el pecado?

Maharaj: Cuando se disuelve la ignorancia, que es la madre del pecado, cesa el impulso de pecar de nuevo.

Pregunta: Pero quedan retribuciones pendientes.

Maharaj: Cuando la ignorancia llega a su fin, todo acaba. Entonces las cosas se ven tal como son, y son buenas.

Pregunta: Si un pecador, un infractor de la ley, viene ante usted y le pide su gracia, ¿cuál será la respuesta?

Maharaj: Obtendrá lo que pida.

Pregunta: ¿A pesar de ser un hombre malo?

Maharaj: No conozco a gente mala, sólo me conozco a mí mismo. Yo no veo ni santos ni pecadores, sólo seres vivos. Yo no concedo la gracia. No hay nada que yo pueda dar o negar que usted no tenga ya en igual medida. Simplemente sea consciente de sus riquezas y utilícelas al máximo. Mientras usted imagine que necesita mi gracia, estará en mi puerta mendigándola. ¡Si yo mendigara gracia de usted tendría el mismo poco sentido! No estamos separados, lo real es común.

Pregunta: Una madre llega ante usted con una historia de infortunio. Su único hijo se ha dado a las drogas y al sexo y va de mal en peor. Ella le pide su gracia. ¿Cuál sería la respuesta de usted?

Maharaj: Probablemente me oiría a mí mismo diciéndole que todo irá bien.

Pregunta: ¿Eso es todo?

Maharaj: Eso es todo. ¿Qué más espera usted?

Pregunta; ¿Pero cambiará el hijo de la mujer?

Maharaj: Tal vez cambie, tal vez no.

Pregunta: La gente que viene a verle y que le conoce desde hace muchos años, afirma que cuando usted dice «se arreglará», invariablemente sucede como usted dice.

Maharaj: También puede usted decir que fue el corazón de la madre quien salvó al hijo. Todas las cosas obedecen a innumerables causas.


Páginas 664 y 665 (Cap. 97)

-132

Pregunta: Sin deseos y sin miedos ¿qué motivos puede haber para la acción?

Maharaj: Ninguno, a menos que considere el amor a la vida, a la rectitud y a la belleza como suficiente motivo. No tema liberarse del deseo y del miedo. Ello le permitirá vivir una vida muy diferente de todo lo que conoce, mucho más intensa e interesante, pues, de hecho, al perderlo todo, lo gana todo.

(...)

Maharaj: Las palabras no importan, ni tampoco importa la forma en que está usted ahora. Los nombres y las formas cambian sin cesar. Sepa que usted es el testigo inmutable de la mente cambiante. Con eso es suficiente.


Páginas 666, 667 y 669 (Cap. 97)

-133

Maharaj: Usted es lo que es, intemporalmente, ¿pero de qué le sirve a menos que usted lo sepa y actúe según ello? Su cuenco de mendigar tal vez sea de oro puro, pero mientras usted no lo sepa, será un indigente. Debe usted conocer su valía interna, confiar en ella y expresarla en el sacrificio diario del deseo y del miedo.

(...)

Maharaj: Mientras esté interesado en su modo actual de vida, no lo abandonará. El descubrimiento no puede llegar mientras usted se aferre a lo conocido. Sólo cuando usted comprenda la inmensa aflicción de su vida y se rebele contra ella, podrá encontrar una salida.

(...)

Maharaj: Maestros, hay muchos: discípulos valientes, muy pocos.

Pregunta: Estoy deseoso de aprender.

Maharaj: Aprender palabras no basta. Puede usted conocer la teoría, pero sin la experiencia real de sí mismo como el centro del ser, del amor y de la bienaventuranza impersonal, el mero conocimiento verbal es estéril.

Pregunta: Entonces, ¿qué debo hacer?

Maharaj: Intente ser, sólo ser. La palabra más importante es «intente». Concédase suficiente tiempo cada día para sentarse en calma e intentar, simplemente intentar, ir más allá de la personalidad con sus aficiones y sus obsesiones. No pregunte cómo, pues no puede ser explicado. Sencillamente siga intentándolo hasta lograrlo. Si persevera, no puede haber fracaso. Lo que importa sobre todas las cosas es la sinceridad, la seriedad; debe estar realmente harto de ser la persona que es y ha de ver la urgente necesidad de liberarse de esa innecesaria autoidentificación con un conglomerado de recuerdos y de hábitos. Esa firme resistencia contra lo innecesario es el secreto del éxito.

Después de todo, usted es lo que es en todos los momentos de su vida, pero nunca es consciente de ello, salvo, quizás, en el momento de despertarse del sueño. Lo único que necesita es ser consciente de ser, no como una afirmación verbal, sino como un hecho siempre-presente. La conciencia de que usted es, le abrirá los ojos a lo que usted es. Es todo muy sencillo. Antes que nada, establezca un contacto constante consigo mismo, esté consigo mismo todo el tiempo. Todas las bendiciones fluyen hacia la conciencia de sí. Comience como un centro de observación, de reconocimiento deliberado, y crezca hasta convertirse en un centro de amor en acción. «Yo soy» es una pequeña semilla que se convertirá en un poderoso árbol, de forma muy natural y sin ningún esfuerzo.

Pregunta: Veo tanto mal en mí mismo. ¿No debo antes cambiarlo?

Maharaj: El mal es la sombra de la inatención. A la luz de la conciencia de sí mismo, el mal se disipará y desaparecerá. (...) Recuerde, nada de lo que usted percibe le pertenece. Nada de valor puede llegarle del exterior; sólo el sentimiento y la comprensión de usted son relevantes y reveladores. Las palabras, oídas o leídas, sólo crearán imágenes en su mente, pero usted no es una imagen mental. Usted es el poder de la percepción y de la acción que está tras la imagen y más allá de la imagen.

(...)

Pregunta: ¿Por qué es selectivo el amor?

Maharaj: El amor no es selectivo, el deseo es selectivo. En el amor no hay extraños. Cuando ya no existe el centro del egoísmo, todo deseo de placer y todo miedo al dolor cesan; uno ya no está interesado en ser feliz; más allá de la felicidad está la intensidad pura, la energía inagotable, el éxtasis de dar desde una fuente perenne.


Páginas 672 a 675 (Cap. 98)

-134

Maharaj: El cristianismo es una manera de juntar palabras y el hinduismo es otra. Lo real está tras las palabras y más allá de las palabras, es incomunicable, se experimenta directamente y su efecto sobre la mente es explosivo. Se tiene fácilmente cuando no se desea nada más. Lo irreal es creado por la imaginación y perpetuado por el deseo.

Pregunta: ¿No puede haber un sufrimiento que sea necesario y bueno?

Maharaj: El dolor accidental o incidental es inevitable y transitorio; el dolor deliberado, infligido incluso con la mejor de las intenciones, es insensato y cruel.

Pregunta: ¿No castigaría usted el crimen?

Maharaj: Ese castigo no es más que un crimen legalizado. En una sociedad construida sobre la prevención en lugar de sobre las represalias, habría muy pocos delitos. Las pocas excepciones serían tratadas médicamente, como enfermedades del cuerpo o de la mente.

Pregunta: Parece que usted no le concede mucha importancia a la religión.

Maharaj: ¿Qué es la religión? Una nube en el cielo. Yo vivo en el cielo, no en las nubes, que no son otra cosa que un montón de palabras juntas. Elimine la verborrea, ¿y qué queda? Queda la verdad. Mi hogar está en lo inmutable, que aparece como un estado de constante reconciliación e integración de los opuestos. La gente viene aquí a aprender sobre la existencia de ese estado, sobre los obstáculos a su surgimiento y, una vez percibido, el arte de establecerlo en la consciencia, de modo que no haya choques entre el comprender y el vivir. El propio estado está más allá de la mente y no hay que aprenderlo. La mente sólo puede enfocar los obstáculos; ver un obstáculo como obstáculo (discernimiento) es efectivo, porque es la mente la que actúa sobre la mente. Empiece por el principio: preste atención al hecho de que usted es. En ningún momento puede usted decir «yo no fui», lo único que puede decir es: «no lo recuerdo». Ya sabe lo poco fiable que es la memoria. Acepte que, absorto en mezquinos asuntos personales ha olvidado lo que usted es: ahora, trate de recuperar el recuerdo perdido a través de la eliminación (desapego) de lo conocido. No se le puede decir lo que sucederá, ni tampoco es deseable, pues la anticipación creará ilusiones. En la búsqueda interior, lo inesperado es inevitable; el descubrimiento está invariablemente más allá de toda imaginación. Al igual que un niño no nacido no puede saber cómo es la vida tras el nacimiento puesto que no tiene en su mente nada con lo que formar una imagen válida, del mismo modo la mente es incapaz de pensar en lo real en términos de lo irreal, salvo mediante la negación: «esto no, aquello no» (neti-neti, discernimiento). El obstáculo es que se acepta lo irreal como real. Ver lo falso como falso (discernimiento) y abandonarlo (desapego) permite que la realidad llegue a ser (Gracia). Los estados de completa claridad, inmenso amor y valor total son meras palabras por el momento, perfiles descoloridos, indicios de lo que puede ser. Usted es como el ciego que está esperando ver gracias a una operación: ¡suponiendo que no huya de la operación! En el estado en que yo estoy las palabras no importan. Ni tampoco hay adicción a ellas. Sólo importan los hechos.

Pregunta: Sin palabras no puede haber religiones.

Maharaj: Las religiones son meros montones de palabrería. Su verdadero rostro lo muestran en la acción, en la acción silenciosa. Para saber qué es lo que un hombre cree, observe cómo actúa. Para la mayoría de la gente su religión es servir a sus cuerpos y a sus mentes. Puede que tengan ideas religiosas, pero no actúan de acuerdo con ellas. Juegan con ellas, a veces se sienten muy orgullosos de ellas, pero no actuarán de acuerdo con ellas.

Pregunta: Pero las palabras son necesarias para la comunicación.

Maharaj: Para el intercambio de información, sí. Pero la auténtica comunicación no es verbal. Para establecer y mantener una relación afectuosa, se requiere una consciencia-en-sí expresada en acción directa. Lo que importa no es lo que usted dice sino lo que hace. Las palabras son fabricadas por la mente y sólo son significativas en el nivel mental. La palabra «pan» ni la puede usted comer ni vivir de ella, simplemente transmite una idea. Adquiere significado sólo con el comer real. En el mismo sentido le estoy diciendo a usted que el Estado Normal no es verbal. Puedo decir que es amor sabio en acción, pero estas palabras transmiten poco a menos que usted las experimente en toda su plenitud y belleza.

Las palabras tienen una utilidad limitada, sin embargo nosotros no les ponemos límites y por ello nos llevan al borde del desastre. Nuestras nobles ideas están perfectamente equilibradas por nuestras innobles acciones. Hablamos de Dios, de la Verdad, del Amor, pero en lugar de experiencias directas tenemos definiciones. En lugar de ampliar y profundizar la acción, cuidamos las definiciones. ¡E imaginamos que conocemos aquello que podemos definir!

Pregunta: ¿Cómo puede uno transmitir la experiencia si no es con palabras?

Maharaj: La experiencia no puede ser transmitida mediante palabras. Viene con la acción. Un hombre cuya experiencia es intensa irradiará confianza y coraje. También otros actuarán y ganarán experiencia nacida de la acción. La enseñanza verbal tiene su utilidad, prepara a la mente para vaciarse a sí misma de sus acumulaciones. El nivel de madurez mental se alcanza cuando nada externo resulta de valor alguno y el corazón está dispuesto a abandonarlo todo (desapego). Entonces lo real tiene una oportunidad y la aprovecha. Los retrasos, si los hay, están causados por la resistencia de la mente a ver (discernimiento) o descartar (desapego).

Pregunta: ¿Estamos tan absolutamente solos?

Maharaj: Oh, no, no lo estamos. Aquellos que tienen pueden dar. Y los donantes son muchos. El propio mundo es un regalo supremo, mantenido por un amoroso sacrificio. Pero los receptores adecuados, sabios y humildes, son muy pocos. «Pedid y se os dará» es la ley eterna. Ha aprendido usted y ha pronunciado demasiadas palabras. Lo conoce usted todo, pero no se conoce a sí mismo. Puesto que el ser no es conocido mediante palabras: sólo la percepción directa lo revelará. Mire dentro de sí mismo, busque en su interior.

Pregunta: Es muy difícil abandonar las palabras. Nuestra vida mental es una corriente continua de palabras.

Maharaj: No es cuestión de facilidad o dificultad. No tiene alternativa. O lo intenta o no lo intenta. De usted depende.

Pregunta: Lo he intentado muchas veces y he fracasado.

Maharaj: Inténtelo de nuevo. Si sigue intentándolo, quizás algo suceda. Pero si no lo intenta, se queda usted bloqueado. Tal vez sepa todas las palabras adecuadas, sea capaz de citar las escrituras y sea brillante en sus discusiones, y pese a ello siga siendo un saco de huesos. Y sin embargo, puede usted ser discreto y humilde, una persona totalmente insignificante, y no obstante resplandecer de amorosa bondad y profunda sabiduría.


Páginas 676 a 678 (Cap. 98)

-135

Maharaj: Lo único que le impide el autoconocimiento es su propia mente.

Pregunta: ¿Cómo puedo librarme de la mente? ¿Es posible la vida sin mente en el nivel humano?

Maharaj: En realidad la mente no existe. Hay ideas y algunas de ellas son erróneas. Abandone las ideas erróneas porque son falsas y obstruyen la visión de sí mismo.


Página 681 (Cap. 99)

-136

Pregunta: Lo único que sé es que no me conozco a mí mismo.

Maharaj: ¿Cómo sabe que no se conoce a sí mismo? Su percepción directa le dice que antes que nada usted se conoce a sí mismo, puesto que nada existe sin que usted esté allí para experimentar su existencia. Usted imagina que no se conoce a sí mismo porque no puede describirse a sí mismo. Siempre puede decir: «Sé que soy», y rechazará como falsa la afirmación: «yo no soy». Pero lo que puede describirse no puede ser usted y lo que usted es no puede ser descrito. Sólo puede conocerse a sí mismo siendo usted mismo sin ningún intento de autodefinición o autodescripción. Una vez que haya comprendido que usted no es nada perceptible ni nada concebible, que todo cuanto aparece en el campo de la consciencia no puede ser usted (discernimiento), se dedicará a la erradicación (desapego) de toda autoidentificación como el único camino que puede llevarle a la profunda realización de sí mismo. Progresará como un verdadero cohete (Gracia). Conocer que usted no está ni en el cuerpo ni en la mente, aunque es consciente de ambos, ya es autoconocimiento.

Pregunta: Si no soy ni el cuerpo ni la mente, ¿cómo puedo ser consciente de ellos? ¿Cómo puedo percibir algo tan extraño a mí mismo?

Maharaj: «Nada soy yo» es el primer paso. «Todo soy yo» es el siguiente. Ambos se sustentan en la idea: «hay un mundo». Cuando esto también es abandonado, usted es lo que es: el ser no-dual. Ya lo es aquí y ahora, pero su visión está obstruida por las falsas ideas que tiene sobre sí mismo.

Pregunta: Bueno, admito que yo soy, yo era y yo seré, al menos desde el nacimiento a la muerte. No tengo dudas respecto a mi ser, aquí y ahora. Pero siento que eso no es bastante. A mi vida le falta la alegría que nace de la armonía entre lo interno y lo externo. Si sólo yo soy y el mundo es meramente una proyección, ¿por qué hay desarmonía?

Maharaj: ¡Usted crea la desarmonía y luego se queja! Cuando usted desea y teme, y se identifica con sus sentimientos, crea aflicción y cautiverio. Cuando usted crea, con amor y sabiduría, y permanece desapegado de sus creaciones, el resultado es armonía y paz. Pero cualquiera que sea la situación de su mente, ¿de qué modo se refleja en usted? Su identificación con la mente es lo que le hace feliz o desgraciado. Rebélese contra la esclavitud de la mente, vea que sus ataduras son autocreadas (discernimiento) y rompa las cadenas del apego (desapego). Mantenga en su mente la meta de la libertad hasta que vea que usted ya es libre, que la libertad no es algo que se encuentra en un futuro distante y que hay que ganar con dolorosos esfuerzos, ¡sino algo siempre propio, para hacer uso de ello! La liberación no es una adquisición sino una cuestión de coraje, el coraje de creer que usted ya es libre y actuar de acuerdo con ello.


Páginas 682 y 683 (Cap. 99)

-137

Maharaj: Ningún esfuerzo puede llevarlo allí, sólo la claridad de la comprensión (discernimiento). Descubra sus malentendidos (discernimiento) y abandónelos (desapego), eso es todo. No hay nada que buscar ni nada que encontrar, puesto que nada se ha perdido. Relájese y observe el «yo soy». Tras él está la realidad. Manténgase tranquilo, en silencio y la realidad surgirá, o, más bien, lo llevará a usted a ella (Gracia).

Pregunta: ¿No debo antes deshacerme de mi mente y de mi cuerpo?

Maharaj: No puede, puesto que la propia idea los ata a ellos. Sólo comprenda (discernir) y descarte (desapego).

(...)

Maharaj: Sufriremos mientras nuestras acciones y nuestros pensamientos estén impulsados por los deseos y los miedos. Vea su futilidad y el peligro y el caos que crean cesará. No trate de reformarse a sí mismo, simplemente vea la futilidad de todo cambio. Lo cambiante sigue cambiando mientras que lo inmutable está esperando. No espere que lo cambiante lo lleve a lo inmutable, eso nunca puede suceder. Sólo cuando la propia idea de cambiar es vista como algo falso (discernimiento) y se abandona (desapego), puede venir lo inmutable (Gracia).


Página 685 (Cap. 99)

En la cita anterior, es de notar la insistencia (que se repite en muchas de las charlas de Nisargadatta Maharaj) en el discernimiento y el desapego. Esto ha sido repetido desde siempre en los textos clásicos (por ejemplo en Shankara) y también concuerda con las explicaciones dadas en Un curso de milagros (UCDM), puesto que el proceso del Perdón, tal como se explica en UCDM, consta de 3 fases, de las cuales sólo dos son cosa nuestra. En términos de UCDM, quizás el proceso de Perdón podría resumirse así: 1) Darse cuenta de que todo aquello que nos inquiete es irreal (discermiento). 2) Entregarlo al Espíritu Santo (desapego), sin olvidar nunca que se trata de una ilusión. 3) Y el tercer paso no es cosa "nuestra" porque es una Gracia (al entregar lo que no queremos porque lo hemos reconocido sin valor por ser irreal, quedan canceladas sus repercusiones —independientemente de que el espejismo se disuelva inmediatamente o parezca continuar por algún tiempo). Por supuesto que es más largo de explicar; esto es una breve referencia para dar una ligera idea.

En mi opinión el proceso de la autoindagación es, en el fondo, el mismo proceso: inicialmente el énfasis suele estar en el discernimiento (por ejemplo, rechazando todo aquello que no sea la simple sensación de «yo soy», o sea, rechazando todo lo perceptible, concebible, etc: pensamientos, sentimientos, sensaciones, experiencias, etc; en resumen: separar lo real de lo irreal). La fase de desapego es también imprescindible. A menudo el desapego brota del discermimiento. A mayor discernimiento, más fácil resulta el desapego. Luego el desapego contribuye a un mayor discernimiento, etc. El discernimiento perfecto conduce al perfecto desapego, el cual es la entrega completa. Esta entrega (de todo, incluida la individualidad) nos pone en manos de la Gracia: la Verdad/Amor nos "abraza" y el Ser es reconocido (conocimiento del Ser; "conocimiento" entendido como ser, no como un conocimiento basado en sujeto/objeto, sino entendido como un ser o saber directo, puro).

-138

Pregunta: Cuando practico la autoinvestigación o voy a mi interior con la idea de que me beneficiará de un modo u otro, sigo escapando de lo que soy.

Maharaj: Cierto. La verdadera investigación siempre es dentro de algo, no fuera de algo. Cuando investigo cómo obtener o evitar algo, no estoy realmente investigando. Para conocer algo debo aceptarlo por completo.

Pregunta: Sí, ¡para conocer a Dios debo aceptar a Dios! ¡Qué espantoso!

Maharaj: Pero antes de que pueda usted aceptar a Dios, debe aceptarse a sí mismo, lo cual es mucho más espantoso. Los primeros pasos en la aceptación de uno mismo no son nada agradables, puesto que lo que uno ve no es una vista precisamente hermosa (esto me recuerda a varios pasajes de UCDM). Se necesita de todo el coraje para seguir adelante. Lo que ayuda es el silencio. Mírese a sí mismo en completo silencio, no se describa usted. Mire el ser que usted cree ser y recuerde: usted no es lo que ve. El proceso de la autoinvestigación es: «Yo no soy esto, ¿qué soy yo?». No hay otros medios para la liberacion, todos los medios retrasan. Rechace resueltamente lo que usted no es, hasta que el ser real surja en su gloriosa vaciedad.

(...)

Maharaj: Usted se libera de lo que ha comprendido. Las expresiones externas de la libertad pueden tardar un tiempo en aparecer, pero ya están ahí. No espere la perfección. Los detalles pueden chocar. Ningún problema se resuelve completamente, pero puede usted apartarse de él a un nivel en el cual ya no le influya.


Páginas 690 a 692 (Cap. 100)

-139

Pregunta: ¿Cómo procede el gnani cuando necesita que algo sea hecho? ¿Hace planes, decide los detalles y los ejecuta?

Maharaj: Un gnani comprende totalmente una situación determinada y sabe de inmediato lo que hay que hacer. Eso es todo. El resto sucede por sí mismo, y en gran medida inconscientemente. La identidad del gnani con todo lo que existe es tan completa, que al igual que él responde al universo, el universo le responde a él. Tiene total confianza en que una vez conocida la situación, los hechos ocurrirán para lograr la respuesta adecuada. El hombre común está personalmente implicado, tiene en cuenta sus riesgos y sus posibilidades, mientras que el gnani permanece distante, seguro de que todo sucederá como debe suceder; y no importa mucho lo que suceda, puesto que en última instancia la vuelta al equilibrio y la armonía es inevitable.


Página 693 (Cap. 101)

Hay una anécdota de Ramana Maharshi que ilustra bellamente la anterior explicación de Nisargadatta Maharaj sobre el gnani:

Una mañana, cuando prácticamente no había ningún alimento en el ashram, le vi [a Bhagavan; o sea: a Ramana Maharshi] tomar el poco alimento que teníamos y comenzar a cocinar una comida. Él tenía suficiente fe para comenzar la comida con la esperanza de que Dios enviara más alimento antes de que el cocinado estuviera terminado. Eran sobre las 5:30 de la mañana cuando Bhagavan comenzó a limpiar un puñado de arroz machacado. Lo lavó en un puchero, sacó todas las piedras, y comenzó a cocinarlo en un brasero de carbón vegetal. Encontré estas actividades bastante sorprendentes.

«Este arroz», pensé, «ni siquiera es suficiente para mí. ¿Cómo van a comer todas estas gentes?».

Cuando el arroz empezó a hervir, apareció un devoto con dos litros de leche. Cuando el arroz estuvo cocinado, Bhagavan puso una gran vasija en el fuego y comenzó a cocinar el arroz y la leche juntos. Pocos minutos después vino otro devoto con una ofrenda de pasas y azúcar candy. Bhagavan lavó la ofrenda y la puso en el puchero. Sobre las 6:30, cuando la cocción estaba casi acabada, llegó un grupo de devotos de Kumbakonam. Traían con ellos un gran bote que contenía iddlies, vadai, chutney, plátanos especiales de la colina y algunas tazas que habían sido hechas de hojas de banana. Estas tazas [tonnai] eran justo lo que necesitábamos para servir el payasam casero de Bhagavan... Sobre las 7 de la mañana, después de que Bhagavan hubiese tomado su baño, todos nos sentamos y comimos una suntuosa comida.


«Living by the Words of Bhagavan» (yo he tomado la cita de una referencia a ella en el libro «Padamalai»). En Padamalai, esa anécdota se pone como complemento bajo el siguiente breve verso:

Padam [la palabra Padam suele referirse al Sí mismo y también a Ramana Maharshi, como es en este caso] es un testimonio destacado por el hecho de que solo aquellos que han puesto su confianza en Dios no se ha conocido nunca que hayan sido abandonados.

El anterior verso toca brevemente, a modo de verso, el mismo tema que Nisargadatta ha explicado en su charla, en prosa, en la cita anterior.

Seguimos con las citas de Nisargadatta:

-140

Pregunta: ¿No es también interminable la eternidad?

Maharaj: El tiempo es interminable, aunque limitado: la eternidad está al abrir el propio momento del ahora. No la encontraremos porque la mente siempre está saltando entre el pasado y el futuro. No se detiene a enfocar el ahora. Pero eso puede hacerse con relativa facilidad si se despierta el interés. ((Un Curso de milagros trata el tema del tiempo con un enfoque similar, explicándolo a su manera; por ejemplo en el Texto, en el capítulo 13, la sección IV, titulada "La función del tiempo", desde el párrafo 4 hasta el 9, siguiendo después por la sección VI de ese mismo capítulo 13, titulada "Cómo encontrar el presente"))

Pregunta: ¿Qué es lo que despierta el interés?

Maharaj: La seriedad, que es el signo de la madurez.

Pregunta: ¿Y cómo llega la madurez?

Maharaj: Manteniendo la mente clara y limpia, viviendo la vida con total conciencia de cada momento tal como sucede, examinando (discernimiento) y disolviendo (desapego) los deseos y los miedos tan pronto como surgen.


Página 694 (Cap. 101)

-141

Pregunta: ¿Adónde me conducirá eso?

Maharaj: ¿Adónde puede llevarlo si no es a su propia perfección? Una vez que esté bien establecido en el ahora, no tiene otro lugar adonde ir. Lo que usted es intemporalmente, lo expresa eternamente.

Pregunta: ¿Es usted uno o muchos?

Maharaj: Soy uno, pero aparezco como muchos.

Pregunta: ¿Por qué aparece uno?

Maharaj: Es bueno ser y ser consciente.

Pregunta: La vida es triste.

Maharaj: La ignorancia causa aflicción. De la comprensión fluye la felicidad.

Pregunta: ¿Por qué debe ser dolorosa la ignorancia?

Maharaj: Porque está en la raíz de todo deseo y de todo miedo, los cuales son estados dolorosos y origen de interminables errores.

Pregunta: He visto a gente supuestamente realizada, riendo y llorando. ¿No muestra eso que no están libres del deseo y el miedo?

Maharaj: Puede que ellos rían o lloren según las circunstancias, pero interiormente están serenos y en calma, observando desapegadamente sus propias reacciones espontáneas. Las apariencias son engañosas y en el caso del gnani lo son todavía más.

Pregunta: No le comprendo.

Maharaj: La mente no puede comprender, puesto que está entrenada para captar y retener, mientras que el gnani ni aferra ni retiene.

Pregunta: ¿A qué me aferro yo que no lo haga usted?

Maharaj: Usted es una criatura de los recuerdos; al menos se imagina que lo es. Yo soy totalmente inimaginado. Yo soy lo que soy, no identificable con ningún estado físico ni mental.

Pregunta: Un accidente destruiría su ecuanimidad.

Maharaj: Lo extraño es que no lo haría. Ante mi propio asombro, yo permanezco como soy: pura consciencia-en-sí, alerta a todo cuanto sucede.

Pregunta: ¿Incluso en el momento de la muerte?

Maharaj: ¿Qué tiene que ver conmigo que el cuerpo muera?

Pregunta: ¿No lo necesita para conectar con el mundo?

Maharaj: Yo no necesito al mundo. Ni tampoco estoy en ningún mundo. El mundo en el que usted piensa sólo existe en su mente. Yo puedo ver ese mundo a través de los ojos y de la mente de usted, pero soy totalmente consciente de que es una proyección de recuerdos; lo real lo toca sólo en el punto de la consciencia-en-sí, lo cual puede ocurrir sólo en el ahora.

Pregunta: Parece ser que la única diferencia entre nosotros es que mientras yo sigo diciendo que no conozco mi ser real, usted mantiene que lo conoce muy bien; ¿hay alguna otra diferencia?

Maharaj: Entre nosotros no hay diferencia; ni yo puedo decir que me conozco a mí mismo. Sé que no soy descriptible ni definible; hay una enorme inmensidad más allá del alcance de la mente. Esa inmensidad es mi hogar; esa inmensidad soy yo mismo. Y esa inmensidad es también amor.

Pregunta: Usted ve amor en todas partes, mientras que yo veo odio y sufrimiento. La historia de la humanidad es la historia del asesinato, tanto individual como colectivo. Ningún otro ser vivo se deleita matando de ese modo.

Maharaj: Si se profundiza en los motivos, encontrará el amor, el amor hacia uno mismo y hacia lo suyo. La gente lucha por lo que imagina que ama.

Pregunta: Sin duda ese amor ha de ser bastante real cuando están dispuestos a morir por él.

Maharaj: El amor no tiene límites. Lo que está limitado a unos pocos no puede llamarse amor.

Pregunta: ¿Conoce usted ese amor ilimitado?

Maharaj: Sí, lo conozco.

Pregunta: ¿Qué se siente?

Maharaj: Todo es amado y todo es digno de amor. Nada se excluye.

Pregunta: ¿Ni siquiera lo feo y lo delictivo?

Maharaj: Todo está dentro de mi consciencia; todo me pertenece. Es una locura dividirse uno mismo en lo que le gusta y lo que no le gusta. Yo estoy más allá de ambos. No estoy alienado.

Pregunta: Estar libre de agrados y desagrados es un estado de indiferencia.

Maharaj: Puede parecer así al principio. Persevere en tal indiferencia y florecerá en un amor todo-penetrante y todo-abarcante.


Páginas 695 a 697 (Cap. 101)

-142

Pregunta: Si lo inmutable no puede ser conocido, ¿cuál es el significado y el propósito de su realización?

Maharaj: Realizar lo inmutable significa hacerse inmutable. Y el propósito es el bien de todo lo que vive.

Pregunta: La vida es movimiento. La inmovilidad es la muerte. ¿De qué le sirve la muerte a la vida?

Maharaj: Yo estoy hablando de inmutabilidad, no de inmovilidad. Usted se hace inmutable en la rectitud, se convierte en un poder que pone bien todas las cosas. Tal vez ello implique una intensa actividad exterior o tal vez no, pero la mente permanece profunda y tranquila.

Pregunta: Al observar mi mente la encuentro siempre cambiando, con una variedad infinita de estados de ánimo, mientras que usted parece perpetuamente en el mismo estado de alegre benevolencia.

Maharaj: Los estados de ánimo están en la mente y no tienen importancia. Vaya dentro de sí, vaya más allá. Deje de estar fascinado por el contenido de su consciencia. Cuando llegue a los niveles profundos de su verdadero ser, encontrará que el juego superficial de la mente lo afecta a usted muy poco.

Pregunta: ¿Pero seguirá existiendo ese juego?

Maharaj: Una mente tranquila no es una mente muerta.


Página 698 (Cap. 101)

-143

Pregunta: Si la consciencia-en-sí es todo-penetrante, entonces un hombre ciego, una vez que se ha realizado, ¿puede ver?

Maharaj: Está usted confundiendo la sensación con la consciencia-en-sí. El gnani se conoce a sí mismo tal como es. Es también consciente de que su cuerpo está lisiado y de que su mente está privada de una serie de percepciones sensoriales. Pero a él no le afecta la vista o su ausencia.

Pregunta: Mi pregunta es más específica, cuando un ciego se convierte en gnani, ¿recupera la vista o no?

Maharaj: A menos que sus ojos y su cerebro sufrieran una renovación, ¿cómo podría ver?

Pregunta: ¿Pero sufrirían una renovación?

Maharaj: Tal vez sí o tal vez no. Todo depende del destino y de la gracia. Pero un gnani posee una forma espontánea de percepción no-sensorial, que le hace conocer las cosas directamente, sin la intermediación de los sentidos. Él está más allá de lo perceptual, sin la intermediación de los sentidos. Está más allá de lo perceptible y de lo conceptual, más allá de las categorías del tiempo y el espacio, del nombre y de la forma. Él no es ni lo percibido ni quien percibe, sino el factor simple y universal que hace posible el hecho de percibir. La realidad está en la consciencia, pero no es la consciencia ni ninguno de sus contenidos.

Pregunta: ¿Qué es falso, el mundo o mi conocimiento del mundo?

Maharaj: ¿Existe un mundo fuera del conocimiento de usted? ¿Puede usted ir más allá de lo que conoce? Puede postular un mundo que esté más allá de la mente, pero seguirá siendo un concepto, sin pruebas e imposible de probar. La experiencia de usted es la prueba, y es válida para usted. ¿Quién más puede tener su experiencia cuando la otra persona sólo es real en la medida en que aparece en la experiencia de usted?

Pregunta: ¿Estoy tan irremediablemente solo?

Maharaj: Como persona, lo está. En su ser real usted es el todo.

Pregunta: ¿Es usted una parte del mundo que tengo en la consciencia o es usted independiente?

Maharaj: Lo que usted ve es suyo y lo que yo veo es mío. Los dos tienen poco en común.

Pregunta: Debe haber algún factor común que nos una.

Maharaj: Para encontrar el factor común debe usted abandonar todas las distinciones. Sólo lo universal es común.

Pregunta: Lo que me parece muy extraño es que mientras usted dice que soy un mero producto de mis recuerdos y muy limitado, yo creo un vasto y rico mundo en el cual todo está contenido, incluidos usted y su enseñanza. Cómo se crea y cómo está contenida esta vastedad en mi pequeñez es lo que me resulta difícil de comprender. Quizá me está dando usted toda la verdad, pero yo sólo capto una pequeña parte de ella.

Maharaj: Sí, es un hecho: lo pequeño proyecta el todo, pero no puede contener el todo. Por grande y completo que sea su mundo, se contradice a sí mismo y es transitorio y además, totalmente ilusorio.

Pregunta: Tal vez sea ilusorio, sin embargo es maravilloso. Cuando miro y escucho, toco, huelo y saboreo, pienso y siento, recuerdo e imagino, no puedo sino asombrarme de mi milagrosa creatividad. Miro a través del microscopio o del telescopio y veo maravillas, sigo la huella de un átomo y oigo el murmullo de las estrellas. Si soy el único creador de todo esto, ¡debo ser Dios! Pero si soy Dios, ¿por qué me veo tan pequeño e indefenso?

Maharaj: Usted es Dios, pero no lo sabe.

Pregunta: Si soy Dios, el mundo que he creado ha de ser verdadero.

Maharaj: Es verdadero en esencia, pero no en apariencia. Libérese de los deseos y de los miedos e inmediatamente su visión se aclarará y verá las cosas tal como son. O puede usted decir que la satoguna crea el mundo, la tamoguna lo oscurece y la rajoguna lo distorsiona.

Pregunta: Esto no me dice mucho, puesto que si pregunto qué son las gunas, la respuesta será: lo que crea, lo que oscurece y lo que distorsiona. Pero el hecho sigue ahí: algo increíble me ha sucedido y no comprendo qué es, cómo ni por qué.

Maharaj: Bueno, el asombro es el amanecer de la sabiduría. Asombrarse de manera firme y continua, es la sadhana.

Pregunta: Estoy en un mundo que no comprendo, por lo tanto le tengo miedo. Esta es la experiencia de todos.

Maharaj: Usted se ha separado del mundo, por lo tanto el mundo lo asusta y le causa dolor. Descubra su error y libérese del miedo.

Pregunta: Usted me pide que abandone el mundo, mientras que yo quiero ser feliz en el mundo.

Maharaj: Si pide lo imposible, ¿quién puede ayudarle? Lo limitado está condenado a ser alternativamente doloroso y placentero. Si busca usted la felicidad real e inmutable, debe dejar tras de sí el mundo, con sus dolores y sus placeres.

Pregunta: ¿Cómo se hace eso?

Maharaj: La renunciación física es sólo una muestra de seriedad, pero la seriedad sola no libera. Debe haber comprensión, lo cual llega con una percepción alerta, con una ávida indagación y una investigación profunda. Debe usted trabajar implacablemente por su salvación del pecado y de la aflicción.

Pregunta: ¿Qué es el pecado?

Maharaj: Todo cuanto le ata.


Páginas 699 a 701 (Cap. 101)

Con esa frase final, acaba el libro en sí.

¡Saludos!
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